Con el secado natural de nuestras arcillas, exponiéndolas al sol, logramos reducir su humedad hasta al 7%. Para terminar el proceso de secado, desde el verano del 2016, contamos con un quemador de biomasa.
La combustión de la biomasa no contribuye al aumento del efecto invernadero y no altera el equilibrio de la concentración de carbono atmosférico. Esto es debido a que es un combustible no fósil, también considerado como ‘neutro’ dentro del ciclo del carbono.
Con todo ello logramos un secado de la arcilla cuidando el medio ambiente, libres de contaminantes de origen fósil y con balance neutro en emisiones de CO2.